LESIONES DE RODILLA
La rodilla se considera la articulación más grande y compleja del cuerpo humano. Las lesiones de rodilla más comunes son la lesión de menisco y cartílago, la ruptura de ligamentos y la artrosis de rodilla.
El tratamiento adecuado debe ser guiado por un médico especialista en rodillas. La artroscopia de rodilla y la prótesis total de rodilla son algunas de las opciones de tratamiento para mejorar la calidad de vida y la práctica deportiva de los pacientes que han sufrido una lesión de rodilla.
Rodilla de deportista
La rodilla recibe grandes cargas debido al soporte del peso corporal y está sometida a grandes fuerzas de aceleración/desaceleración en las actividades de la vida diaria, que se acentúan durante la práctica deportiva.
Durante estas actividades, la rodilla debe soportar diversas actividades como levantarse de la silla y la cama, saltar, correr, patear, cambios repentinos de dirección, y puede sufrir diversos tipos de lesiones, causadas por esfuerzos repetitivos o algún tipo de trauma.
Deportes como caminar, correr, andar en bicicleta, fútbol, voleibol, baloncesto, tenis, pueden llevar a algún tipo de carga excesiva o traumática en las rodillas. Estas lesiones a menudo surgen o se complican por falta de conocimiento, capacitación y preparación previa. Diariamente tratamos a pacientes con lesiones de rodilla resultantes de esfuerzos repetitivos en el trabajo y actividades deportivas, que no realizan previamente un calentamiento y/o estiramiento adecuado.
Las rodillas con cambios suelen presentar dolor, hinchazón (derrame – “agua en la rodilla”), inestabilidad, pérdida de movilidad y atrofia muscular. Ante la presencia de alguno de estos signos/síntomas, se debe buscar atención médica para investigar la causa de estos cambios, realizar el diagnóstico y tratamiento más adecuado para cada caso.
Rodilla degenerativa
La mejora de la calidad de vida, los avances en la medicina y la práctica de actividades deportivas regulares han aumentado la esperanza de vida de las personas.
Cuanto más tiempo vivamos, mayores serán los riesgos de desarrollar problemas en las articulaciones de los miembros inferiores,
donde la rodilla es la más afectada.
La rodilla degenerativa puede presentar alteraciones en el menisco y el cartílago, lo que puede provocar síntomas de dolor, hinchazón y pérdida de movilidad, lo que conlleva dificultades en las actividades diarias y deportivas, perjudicando la calidad de vida.
Los cambios degenerativos en la rodilla se deben al desgaste del cartílago, secuelas traumáticas, enfermedades inflamatorias, osteonecrosis, inestabilidad o cirugías previas.
La artrosis de rodilla, o gonartrosis, es la enfermedad degenerativa más común de la rodilla y altera progresivamente la calidad de vida diaria.
La artrosis de rodilla puede ocurrir debido al envejecimiento en sí mismo en los ancianos, pero generalmente presenta una causa, como cirugías previas, secuelas de traumatismos, enfermedades inflamatorias o uso excesivo durante la vida.
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica y el examen físico, donde el dolor, la hinchazón y la pérdida del movimiento de la rodilla son síntomas muy comunes.
Las imágenes, la radiografía y la resonancia magnética confirman el diagnóstico y ayudan a clasificar el grado de desgaste y el programa de tratamiento.
El tratamiento en los grados más leves se basa en cambios en las actividades diarias, pérdida de peso, medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, medicamentos de cartílago drooprotectivo y rehabilitación muscular. En algunos casos la infiltración de ácido hialurónico (viscosuplementación) está indicada en la rodilla.
En los grados más avanzados y cuando el tratamiento conservador no funciona, el tratamiento quirúrgico puede ser necesario. El tipo de cirugía depende de los síntomas, el grado de artrosis, la edad del paciente y el nivel de actividad. Las opciones de cirugía son la artroscopia, la osteotomía para corregir el eje de la extremidad o la artroplastia de rodilla.
La osteonecrosis de la rodilla es una enfermedad en la que se produce un infarto óseo, generalmente en el fémur, que causa dolor intenso y agudo, y puede conducir rápidamente al desarrollo de artrosis de rodilla.
La osteonecrosis afecta con mayor frecuencia a mujeres con sobrepeso mayores de 50-60 años. La queja principal es el dolor que surge agudamente, siguiendo con hinchazón de la rodilla, dificultad para apoyar la extremidad afectada y caminar distancias cortas.
El diagnóstico se realiza mediante la historia y el examen clínico, complementado y confirmado por radiografías y resonancia magnética de la rodilla.
El tratamiento en la fase aguda e inicial se basa en la eliminación de la carga de la extremidad afectada, medicamentos analgésicos y rehabilitación. Cuando no hay respuesta al tratamiento en la fase aguda o el paciente se presenta en una fase posterior, pueden producirse cambios degenerativos de la articulación, lo que lleva a la artrosis de rodilla.
En estos casos, el tratamiento puede ser quirúrgico, con osteotomía o artroplastia de rodilla. La opción más adecuada depende del grado de artrosis, la edad y el nivel de actividad del paciente.
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